River mejoró, venció a Nacional y avanzó otro casillero en la Copa Libertadores
Lo primero que hay que hacer para salir del pozo, dicen, es dejar de cavar. Y eso había hecho River el domingo, frente a Rosario Central. Cambió a tiempo, volvió a las fuentes, fue lógico, simple, y le dio forma al triunfo. Y así arrancó la historia contra Nacional. Haciendo las cosas sin vueltas, presionando, con actitud, con prolijidad, y con un Diablito Echeverri encendido, que a los 15 minutos frontó la lámpara para llenar todas las bocas de gol en la noche del Monumental. Y así terminó también. Con un 2-0 bajo el brazo que conquistó vía Colidio, después de tanto insistir, para sumar dos triunfos en dos partidos y subirse a la cima del Grupo H de la Copa Libertadores.